Las tarjetas de crédito son un arma de doble filo, pues son una herramienta que pueden sernos muy útiles a la hora de pagar por productos o servicios. La facilidad que nos proven los plásticos es un beneficio sin igual que se ha generalizado a lo largo del siglo XXI en todo el mundo. 

No obstante, utilizar estas de manera irresponsable puede traernos problemas sumamente complejos y difíciles de superar. Los bancos nos seducen constantemente con promociones, préstamos, membresías, nuevos productos financieros, etc. que pueden llevarnos a la ruina financiera. Naturalmente, nosotros podemos llegar a preguntarnos si es realmente necesario que usemos estas ofertas de nuevas tarjetas de crédito o, ¿es irrelevante?.

¿Debo de contar con muchas o pocas tarjetas de crédito?

Las empresas que analizan tu capacidad financiera no te penalizarán necesariamente por tener demasiadas cuentas de crédito abiertas a tu nombre. Incluso, puede que varias de estas empresas necesiten tener múltiples elementos como para asociar un puntaje (score) a tu situación particular. Bancos y otros prestamistas podrían necesitar de tener mayor información sobre tu histórico de pagos como para permitir préstamos cuantiosos a tu nombre. 

Sin embargo, esto no significa que debas abrir cuánto crédito haya disponible, ya que esto puede afectar seriamente tu situación financiera y es una fuente para caer seducido en hábitos y prácticas negativas para tus finanzas.

Entonces, ¿cuántas tarjetas de crédito debo de tener?

No existe un número mágico de cuántas tarjetas de crédito debemos de tener disponibles. Lo que sí debemos de tener es hábitos saludables, una relación madura con el dinero y enfocarnos en pagar a tiempo nuestras facturas. 

Tus hábitos de gasto, tu situación financiera personal y tu modo de vida determinan la necesidad de las tarjetas con las que debes de contar en tu cartera. Siempre debes de tomar en cuenta tu capacidad de pago y tu compromiso a la hora de organizarte y pagar las facturas en fecha. 

A lo largo del tiempo iremos construyendo nuestro portfolio de crédito y la cantidad de crédito con el que disponemos. Una vez que comienzas tu crédito, es necesario construir hábitos financieros saludables. Tener un ingreso sólido y confiable es el primer paso para la construcción de un historial de crédito fuerte. Esto debe de sostenerse en el tiempo y promover nuestra capacidad de organización, el entendimiento de cómo funciona el dinero y la capacidad de alcanzar las fechas de cobro a tiempo.

Beneficios de tener múltiples tarjetas de crédito

Tener múltiples tarjetas de crédito puede ayudarnos a tener un score en Datacredito mejor. 

Los buró de crédito y los bancos visualizan el ratio de uso que le damos a nuestro crédito a la hora de conceder un préstamo o una hipoteca nueva. Normalmente, estos prefieren que la utilización de nuestro crédito en nuestras tarjetas esté por debajo del 30 porciento del total de nuestro crédito disponible. De este modo, si abrimos otra línea de crédito con otra tarjeta tendremos una cantidad mayor de crédito total disponible y la relación entre el dinero de crédito disponible con el que contamos y el utilizado mejorará.

Potenciales problemas de tener más de una tarjeta de crédito

Ahora, el beneficio descripto es un potencial origen de problemas sumamente complejos. Es aquí dónde el plástico muestra su lado oscuro. 

En primera instancia, contar con varias tarjetas de crédito significa que debemos de cumplir con múltiples fechas de cobro y debemos de gerenciar esto de manera eficiente. Las fechas de cobro en diferentes momentos del mes puede ocasionarnos, consciente o inconscientemente, que incumplamos con nuestras deudas. Incumplir con nuestras deudas ocasiona que se generen intereses, multas y que nuestro score crediticio disminuya. 

Por otro lado, debes organizar tu crédito disponible con las compras grandes que puedas llegar a realizar. Esto quiere decir que, debes de tener un óptimo equilibrio entre el crédito que dispones al momento de realizar compras sustanciosas como por ejemplo, un carro o un apartamento nuevo. Muchas veces las compras grandes pueden ocasionar grandes desbalances en nuestras finanzas y nuestro crédito debe de estar preparado para estas situaciones. 

Finalmente, siempre debemos de considerar que una nueva línea de crédito significa una nueva responsabilidad a la que debemos de honrar con madurez. Es necesario analizar si para nuestra situación es realmente necesario abrir una nueva línea de crédito.

¿Qué tan seguido debo aplicar para tener una nueva tarjeta de crédito?

Como mencionamos, solicitar una nueva tarjeta de crédito puede beneficiar tu score en Datacredito. No obstante, esto tiene ciertos puntos que deben de ser considerados. 

Cada vez que solicitas un nuevo crédito, los bancos solicitan informes a Datacrédito y otras instituciones que cumplen roles similares. Solicitudes recurrentes de este tipo en un período corto de tiempo pueden ser una señal extremadamente peligrosa para las empresas de análisis de riesgo. 

Solicitar múltiples veces por créditos nuevos puede generar desconfianza de los prestamistas y sugerir que estas gastando más dinero del dinero que cuentas. Sólo aplica a nuevas líneas de crédito cuando sea realmente necesario.

¿Cuántas tarjetas de créditos son demasiadas?

Por regla general, varios estudios demuestran que las personas cuentan con 2 o 3 tarjetas de crédito. En los Estados Unidos, las personas tienen en promedio 2.3 tarjetas de crédito según reportes de 2021 de Experian. 

Nuevamente, no existe un número mágico para la cantidad de tarjetas de crédito. Cada situación es única y no debemos de apresurarnos a solicitar créditos si no es de suma necesidad. Las personas que tienen buenos historiales crediticios son los individuos que no sobreutilizan su capacidad de crédito y honran sus deudas.

Conclusiones

Tener múltiples tarjetas de crédito puede beneficiarnos a la hora de crear un score crediticio más favorable. Sin embargo, existen potenciales problemas asociados a tener muchas tarjetas de crédito que deberíamos de considerar. 

Las tarjetas de crédito son armas de doble filo que utilizadas de manera adecuada pueden ser nuestros mayores aliados financieros, pero mal utilizadas pueden hundirnos en deudas impagables. Ser responsables y maduros con la utilización de nuestro crédito es la única forma de consolidar nuestras finanzas.