En los últimos años, el uso de tarjetas de crédito ha venido incrementando de forma exponencial. Los diferentes establecimientos y las personas los utilizan debido a su comodidad, sencillez y rapidez. Hoy en día, en todos los países el pago en tarjetas de crédito ha ocupado un lugar primordial en las transacciones financieras. Los economistas, políticos y empresarios entienden que en los próximos años nos enfrentaremos a la muerte del dinero en billetes y monedas.
Ahora bien, el dinero plástico tiene sus propios inconvenientes que están asociados a la psicología humana. Entender estos riesgos puede ayudarnos a estar mejor preparados que aquellas personas que no atienden a estas amenazas que podrían afectar seriamente nuestra salud financiera.
La mayor amenaza: la disociación de nuestros gastos.
De seguro has experimentado la sensación de que gastar con billetes es más complicado que si simplemente pagas con tu tarjeta de crédito. Tranquilo, no estás volviéndote loco, esto le pasa a todas las personas que utilizan los plásticos como medio de pago. Lo que experimentas se llama disociación y es nuestra mayor amenaza ante el uso de la tarjetas de crédito.
Nunca te has preguntado, ¿por qué en los casinos se apuesta con fichas y no con dinero real? Los casinos entienden muy bien este fenómeno cognitivo y crean el sistema de apuestas por fichas porque inconscientemente te “dolerá” menos estar apostando con unos círculos de colores. Ya que duele menos apostar, la gente toma mayores riesgos y reducen sus barreras mentales.
Con las tarjetas de crédito y los bancos sucede una cosa muy similar. Los bancos saben de estos trucos mentales y a través del marketing explotan este truco psicológico para que las personas utilicen sus tarjetas más de lo debido.
La disociación genera tres grandes sesgos a nivel mental: el sesgo del ahora, el sesgo del dinero caído del cielo o el sesgo de la aversión a la pérdida.
El sesgo del ahora.
Este sesgo es totalmente psicológico y muy peligroso. Para contrarrestar este sesgo se requiere de un alto autocontrol, disciplina y madurez.
Los humanos tendemos a buscar siempre la opción más fácil y satisfactoria de las alternativas disponibles en un momento concreto. Por ejemplo, puede que estés en una tienda de ropa y recuerdes que no tienes el suficiente dinero en tu cuenta bancaria para concretar la compra. Te enfrentas a dos opciones: adquirir esta camiseta el mes que viene, o comprarla con tu tarjeta de crédito.
La primera opción requiere de sacrificio y autocontrol. Conlleva sensaciones de disconfort e incomodidad. Enfrentar estas sensaciones puede ser difícil para muchas personas. Por otro lado, la segunda opción, genera sensaciones de placer y satisfactorias. Realizar compras, genera reacciones químicas que hacen que te sientas bien. Por ese motivo, existen personas adictas a comprar cosas.
Tener una tarjeta de crédito nos abre la posibilidad de contar con más dinero del que realmente disponemos y caemos en la típica frase de “me lo merezco” o “sólo se vive una vez”. Debido a eso, utilizamos la tarjeta de crédito para satisfacer esos sentimientos y no caer en sensaciones de malestar.
El sesgo del dinero caído del cielo.
Todo el dinero tiene el mismo valor, es decir no existen diferencias entre 1000 pesos que te regalan a 1000 pesos que consigues con tu arduo trabajo. Esto es completamente falso. De hecho, el valor es un elemento meramente psicológico que nosotros los humanos le atribuimos a las cosas. Es más fácil que gastes dinero que te regalan, que el dinero que has adquirido a través del esfuerzo y la dedicación.
Las tarjetas de crédito generan esta sensación de dinero caído del cielo. Así pues, los bancos nos facilitan mucho más dinero del que podríamos pagar con nuestros ingresos mensuales. El marketing que utilizan los bancos intentan que asocies esta línea de crédito a una extensión de tu sueldo, bonus o, indirectamente, dinero regalado. Tu mente entiende que esto es dinero caído del cielo y tendrá un menor respeto a utilizar este dinero.
El sesgo del bloqueo a la aversión a la pérdida.
Este último sesgo está relacionado con el dolor mental que produce el incurrir en gastos.
Cuando perdemos dinero, nuestro cerebro activa procesos químicos relacionados al dolor. Este dolor se acentúa cuando utilizamos dinero físico, como billetes, o monedas a la hora de concretar un pago. Nuestro cerebro produce sensaciones de que perdemos ese dinero que estamos pagando.
Por el contrario, al utilizar la tarjeta de crédito este dolor desaparece, o duele mucho menos. Es una especie de analgésico.
Esto puede ser extremadamente peligroso para tu salud financiera y es necesario entender para reaccionar ante este problema.
¿Cómo podemos enfrentarnos a el uso de tarjetas de crédito indiscriminado?
Desafortunadamente, mantenerse totalmente atado al uso de billetes o monedas convencionales es imposible y cada vez será más difícil utilizarlas. Los países han venido reduciendo la emisión de monedas y billetes por motivos de costos, control y facilidad. A nivel mundial, los diferentes gobiernos incentivan a la población a utilizar medios de pagos alternativos a estos.
Por eso, debemos de tomar otras estrategias para evitar caer en estos sesgos.
Nosotros tenemos tres grandes estrategias que pueden hacer que tengas un mayor control sobre ti mismo y las compras que realices.
- Educarte financieramente.
Hoy más que nunca es importante mantenerte educado y estar continuamente mejorando tus conocimientos de forma sostenida. Estar educado significa saber las alternativas existentes y que consecuencias pueden traer para tu vida financiera.
Ir más allá y entender los aspectos de un elemento a nivel económico, financiero, psicológico y mental. Te harán una persona más poderosa ante los problemas de la vida.
- Utilizar la tarjeta de débito y evita el uso de tarjetas de crédito.
Intenta no vivir por encima de tus posibilidades. La tarjeta de débito está asociada a tu capacidad de compra. Cuando se acaba el débito, se acabó la fiesta. Mantente firme con tus convicciones y tus metas personales.
Esta es la forma en que podrás alcanzar tu felicidad financiera.
- Estimula tu la disciplina y autocontrol.
Esta recomendación es a nivel humano y personal. Intenta mantenerte fiel a ti mismo. Sé honesto contigo mismo sobre que puedes hacer y que no puedes hacer. Intenta ser disciplinado para conseguir tus objetivos personales. Controlate ante las tentaciones de la vida para no alejarte de tu camino, sé fuerte.
Conclusiones sobre como uso de tarjetas de crédito
Los pagos en tarjetas pueden ocasionar muchos problemas a nivel mental y psicológico.
La disociación de nuestros ahorros es una consecuencia de utilizar las tarjetas para realizar pagos. Esta disociación puede generar tres tipos de sesgo en los usuarios de compras por tarjetas plásticas. Estos sesgos son: el sesgo del ahora, el del dinero caído del cielo y el del bloqueo a la aversión a la pérdida.
A través de la educación financiera, la utilización de la tarjeta de débito y el estímulo de la disciplina podemos contrarrestar estos problemas.